jueves, 13 de octubre de 2011

Convocatoria #15deoctubre. Toluca

A la comunidad feminista y público en general:

Compañer@s ante la emergencia mundial de un cambio en los sistemas políticos, sociales y económicos la comunidad global entra en protesta, desde España hasta Sudáfrica,

desde Canadá hasta la Patagonia, de Francia hasta China, en México:

Guadalajara, Xalapa, Querétaro, el DF y ¡Toluca no puede quedarse atrás!

Nos unimos tod@s en una sola voz: ¡Ya basta de sangre! De miseria, de feminicidios, de

déspotas, de centralización del poder en un par de familias, ¡basta de esconder la pobreza! De demagogia, simulación y doble moral.

Éste 15 de octubre hemos de congregarnos en la Plaza González Arratia, Toluca centro a las 3 pm para mostrar públicamente que estamos viv@s, despiert@s y con ímpetu de transformarnos para transformar nuestro Estado, nuestro país y nuestro mundo. Hoy tenemos la posibilidad de escribir y ser parte de la historia, porque sin mujeres no hay revolución, porque estamos trazando el rumbo del feminismo en América Latina y la participación nos demanda.

Por un día las mujeres reunidas, NO USAREMOS SUJETADORbrassiere, corpiño, portasenos o ajustador- pronunciándonos en contra de la opresión que se ha erigido sobre nuestro pueblo, ése pueblo que tanto nos duele y nos exige.

Compañer@ basta de quejarte, difunde y ¡ÚNETE!

Frente Femenino contra Feminicidios, Edomex.

lunes, 22 de agosto de 2011

O bien: de dos prosas y una musa


Musa de dos prosas que se calcinan en sí mismas y en la otredad se recrean, con la complicidad inherente de encontrar señales perdidas en los trazos que parecen baldíos y sólo el viento sabe –lo sabe- que sabe la procedencia de latidos, medias negras y labios rojos que emanan de los dedos, como si cada trazo fuse un tacto, como si en cada concepto incomprendido se ocultara disgregada una pupila de hembra errante. Porque la locura y el arrebato se los enseñó la cadencia fiel, develante de unas manos y una lengua de felina.

En la proximidad del suicidio los condenó -poetas- la maraña de cabello y la soledad a la que –sin que se dieran cuenta- los fui acostumbrando. El cansancio y la fatiga del pensamiento, la eterna contemplación y el acertijo de aprender a despegar las uñas de sus tantos absurdos, para clavarlas en el silencio entretejido de su pluma a mi espalda es el inicio de una nueva madrugada con la luna baja.

lunes, 18 de julio de 2011

Ente lluvias de mañana y veremos...

Muchos viejos ya olvidaron el nombre de ésta canción... La mayoría sigue repitiendo en voz bajita en los plenilunios de otoño "dios quiera que al fin te canses de andar y entonces quieras quedarte"...

Verde bajo 0 (cero)


Última con su nombre, consumada hasta los remedos de alas... Alas de buitre, alas de roedor... Pupilas que arden, 2 en 2 meses, dos entierros y muertes a las que no asistí...Dos lutos que no guardo, llanto -mucho-, poca fiebre, pandemia que me deja estéril... Perdí el poema en el asiento sucio de un tranvía... Que me perdone la poesía y los demás que no sepan nada.

Fotografía: CarolinaChávez. Labios rojos: Mrs. pOp Art.

lunes, 9 de mayo de 2011

Volvieron las letras...


Volvieron las letras, como quien vuelve sin disimulo y discreción, sin una disculpa en la boca teñida de tinta, como mis niñas pícaras sin rostro, volvieron con arrogancia y acidez.

Golpeando el piso y azotando las ventanas, sin temor al destierro.

Abriste la puerta de un espacio que ya es tuyo, que es auténticamente tuyo, porque sin ti se omite, sin ti se vuelve una línea recta –o casi recta-.

Volvieron las letras como preludio de los tactos y el arrojo, como matiz y choque de masas que forman tornados y tempestades, porque en los homólogos no encontramos espacio

para el arte que crean nuestros contrastes.

Volvieron las letras, arrastrándote inherentemente a las oquedades de mi inconsciente, minándome entera, oliendo a clandestino me dejaron las manos y los labios, que te besaron con la misma furia de quien vive sabiéndose condenado a la muerte inexorable.

Mi amor, volvieron las letras y tu nombre traen pegado a la sonrisa.

Foto: @MichelJimenez

miércoles, 23 de febrero de 2011

AmAndA


Amanda anónima y carcomida, naciste con una condena implícita, más letal que la muerte misma: Ser mujer, mexicana, y trabajar en la maquila. Haber nacido en un país sin leyes, donde no hay instancia ni jurisdicción que proteja ni a las putas ni a las santas. Haber nacido hembra, ése fue tu delito.

La necesidad te movía, ya se te veía de lejos que cargabas la muerte en la médula espinal, ya

olías a sangre…

Amanda, cuéntanos por dónde sangrabas más ¿por la boca o por las uñas? Dibújanos la escena que evocaste al lado de tu madre cuando eras niña, para evadir la violación, describe para los magistrados el grosor del látigo que te azotó y para las diputadas que no imaginan por lo menos dolor símil, háblanos de cómo se siente que revienten los pulmones a causa de la asfixia asistida. Pinta a tu sociedad la escena de las flemas que te arrojaron a la cara, a todos relátanos la sensación de ver arder tu carne que nunca probó libertad y póstuma no probará justicia.

No culpes a tu pueblo, Amanda, que sólo se conmueve si es varón al que crucifican, que tu sombra no nos condene, por no hacer más que justificar tu martirio con la creencia de que a ti te corresponde ir al cielo por estoica ¿y a dónde más podrías ir? Si como muchas, en tu sexo encontraste la frontera.

Permite a tu madre regalarte rezos para tu descanso perpetuo, para que el consuelo y la resignación la abracen algún día, para que la aflicción disminuya y a la tierra deje que te reintegres, así como lo hicieron las madres de tus primas, tías y compañeras de ruta.

Coge las hojas como lienzo para retratar la agonía y la tinta como frazada, pues no encontrarás más calor en la senda de la muerte a la que estás condenada sin reparo.

Perdónanos Amanda, por ser cómplices de tu asesinato, porque el silencio fue el arma con la que más te herimos y la omisión el tiro de gracia. Por haberte arrojado como se hace con los no identificados, al hoyo negro sin retorno.

Amanda, princesa sin velo, mujer inconclusa, yo también vi a la bestia, se colapsó su imagen en tus pupilas incendiadas, yo también escuché esa noche tu pulso que reventaba y vi como el viento

y la tierra se acurrucaban uno junto al otro para evitar morirse del espanto.

Todas somos tus hermanas, guía y alimenta nuestra lucha con tu cuerpo como estandarte, que tu rostro de niña está tatuado en la bóveda celeste. Que enseñemos las letras que no aprendiste, y desterremos a la bestia mentirosa que seduce y se esconde.

Amanda, no estás muerta porque ya de ti nos acordamos, porque ya hemos llorado tu llanto.

Ahora hay un alma más que no concibe tu asesinato, y suma su lucha y causa a la mía… que es la tuya.

Duerme Muerte


Duerme muerte, duerme que ya tienes resguardo.

Duerme muerte, que las nanas te canta una nación que bebe llanto y que amanece noche, que toda invocación y plegaria fueron sepultadas y nadie tuvo tiempo de elevar.

Duerme muerte, duerme que las negruras crecen y que las madres de los muertos, te lavan los domingos el delantal y las balas, para que te duermas. Acurrucada en sus senos lechosos que te ofrecen, que esas madres ya no tienen hijos, y de sus nombres, sólo tienen el tuyo como recuerdo.

Duerme muerte que palpitas con las aguas y las tierras, que respiras agitada porque en México no hay descanso para tu paso, duerme tus sobresaltos que asaltan y tu mala hora.

Duérmete muerte y cose a tu almohada y a tu cinto los nombres de los que te legitimaron como política para que no termines por dejar los huesos y las flores de cementerio como juguetes a los niños que nacieron condenados a tu sombra.

Obra pictórica de Eugène Delacroix (1798-1863)

La muerte de Sardanápalo (1827-1828)

jueves, 13 de enero de 2011

Sangre nuestra: A la memoria de Susana Chávez


Sangre mía,

de alba,

de luna partida,

del silencio.

de roca muerta,

de mujer en cama,

saltando al vacío,

Abierta a la locura.

Sangre clara y definida,

fértil y semilla,

Sangre incomprensible gira,

Sangre liberación de sí misma,

Sangre río de mis cantos,

Mar de mis abismos.

Sangre instante donde nazco adolorida,

Nutrida de mi última presencia.

miércoles, 12 de enero de 2011

CONVOCATORIA: FRENTE VS ASESINADAS EN EDO. DE MÉXICO.


Iniciando la campaña de resistencia en apoyo a YA BASTA DE SANGRE iniciada por el maestro Rius, y a la que pretendemos sumar voces para pugnar por seguridad a las mujeres en el Estado de México, donde nuestro único delito es ser mujeres mexicanas, este delito se paga con sangre y que no cesa un sólo día. El gobierno de Peña Nieto ha demostrado incompetencia, negligencia e intolerencia a las minorías. Con el antecedente de tener un mayor índice de feminicidios en el Estado con respecto a Ciudad Juárez (Francisco Cruz en el libro tierra narca), no tenemos una iniciativa real, independiente del Estado que exija respuesta y seguridad. Hago un atento llamado a que se unan a esta causa y podamos REUNIRNOS ÉSTE 17 DE ENERO A LAS 16 HORAS FRENTE A PALACIO DE GOBIERNO DE TOLUCA para discutir las problemáticas y plantear una estrategia organizada y real. MUCHAS GRACIAS, ELLAS, LAS OTRAS, NOSOTRAS Y LAS DEMÁS ESTAREMOS ETERNAMENTE AGRADECIDAS.
Agradecemos la difusión a este MOVIMIENTO INELUDIBLE.

lunes, 10 de enero de 2011

Pasó el tiempo poetas...


Pasó el tiempo de la omisión, poetas, pasó el tiempo del elogio a la flor, y la poesía con sabor a deguste de las mayorías y las altas clases.

Las calles con perfumes de vientos frescos, fueron privilegio de los clásicos, ahora nos resultan sólo mitos, porque esas calles que todos olvidamos y evadimos, luego de reducirlas a la imagen lírica, siempre estuvieron plagadas de niños con infancias robadas, de mujeres con pómulos hinchados no sólo por sangre, si no por silencios obligados, mujeres perseguidas por el signo de la pugna de Eva, por desobediente e imprudente. Ancianas despojadas de la vejez, como inocencias suprimidas.

Pasó el tiempo de tomarnos en serio nuestra filosofía vital, de sentarnos a debatir si dios vive o muere, para echarnos a correr. Hacer caso a nuestros padres, cuando nos dijeron que callados, nos veíamos más bonitos, poetas, estamos olvidando nuestro oficio, y que los brazos de los que ahora llamamos pueblo como ajeno, son los únicos brazos que nos cobijaron, y resistieron nuestro exilio.

No asistimos a los basureros cuando hablamos de basura, ni agradecimos a la puta que pintamos y nos hizo ser artistas, no nos quemó ni un poco el fuego, para hablar de incendios, no padecimos hambre, para decir que la imaginación y el delirio procedían de ella.

Nos excluimos del llanto y la miseria, argumentando que nuestras sensibilidades innatas de poeta, era demasiado finas para soportar saber del mundo sin metáfora y entonces llevados por el arrebato, terminaríamos arrojándonos a las llamas ¿por qué no lo hicimos? poetas.

También fuimos al banco para comprar tinta vendida, y le llamamos banco, aunque supiéramos que no existía, y que había algo en su fuerza extraña, que aplastaba a los que un día decidieron darnos su soplo último de aliento y pan, para que nuestras letras dieran cuenta de sus voces ya frágiles, para que sus latidos no fueran extirpados con las tierras que más tarde –sabían- robaría el Estado.

Nos acostumbramos a hacer legítimo al presidente al espurio y a su gabinete, y a llevar cambio en los bolsillos para los que también llamamos pobres, con la displicencia que recordábamos de Rosario, la misma del nocturno.

Poetas, estamos olvidando nuestro oficio, estamos olvidando que los ejércitos de juguete de los poderosos, usan balas verdaderas que se explotan en los cuerpos de los inconformes y en las Helenas y los Ulises que pecaron de niños e inocentes. Poetas, no fuimos paridos por distinta estirpe a la del obrero, ni tenemos protección especial. Somos tan falibles e inexactos como la hora a la que el sol se oculta. Pero, poetas, si poetas nos decimos, no podemos ocultarnos en la trinchera de la cobardía-egolatría, en las universidades, cafés, bares… en nuestras comunas y cavernas de intelectuales, esas, que tanto nos han viciado y alejado de la poesía.

Poetas, si poetas nos decimos, no podemos hincarnos, ni podemos golpear la mano que ya nos está dictando que el viento en México huele a pólvora.

domingo, 9 de enero de 2011

Morelia 12:10 (Publicado en Región Mexiquense dic. 2010).


Reflectores puestos en las fiestas navideñas, pausas que colocan puntos finales a los insabores y dolores propios y ajenos, carpetazos, muertes –muchas-, que se reducen a una fría estadística a la que parecemos acostumbrados.

Seguimos creyendo que el confort será el que nos aleje de ser parte del problema, que los gases y las lumbres están lejos, que las granadas y las balas están lejos, aunque nos dejen sordos o atraviesen.

Ante el inocultable Estado de sitio, no podemos desligarnos o evadirnos… Ahora más que nunca debemos reivindicar las miradas y las voces, al igual que los compromisos cotidianos con nuestro momento histórico, como lo hace el Poeta del Caos, y sus letras, preocupadas por el acontecer en Michoacán, México.

Un exhorto explícito a dejar de omitir el análisis, la reflexión y el mismo espanto del que procuran alejarnos los medios y la política.

Una voz fresca pero ácida que devela desde las entrañas, escenas e imágenes que seguro nos suenan familiares.

Vi con horror al levantarme entre la gran nube de humo negro, que todos habían callado definitivamente, como lo habían hecho paulatinamente mientras vivían.

Todos habíamos callado: Estaban los autos frente a la Universidad, el "recinto del saber" que a voces de todos se había vuelto el recinto de "la corrupción, la conveniencia, la indiferencia". Universidad de egos y proyectos truncados por paros que consumen los presupuestos otorgados por el “gobierno del cambio y promulgados a través de los valores del Cardenismo”. Callamos todos, guardamos silencio, ahí, cuando los sindicatos tomaron nuestra Universidad impunemente, cuando el hermano del gobernador de nuestro estado fue mostrado en una grabación haciendo acuerdos con aquellos que asesinaban a los nuestros, al vecino, al prójimo, al próximo, que por miedo convertimos en el anónimo; callamos cuando veíamos a gente fumando marihuana, inhalando cocaína, inyectándose éteres del delirio, consumiendo los ojos que se cerraron para siempre ese día. Pensamos que era inocente, pensamos que a nadie hacíamos daño, subjetividad, elección, libertad, esas banderas se alzaban mientras nosotros les comprábamos las armas a las fuerzas contrarias.; callamos todas las noches, con miedo, cuando oíamos las patrullas pasar, cuando nos enteramos que habían soltado una granada, cuando nos pusimos un cubre bocas aterrados por una epidemia que sólo dejó 145 muertos en todo el país.

Todos habíamos callado, por eso sólo sonaban los ruidos de las balas, por eso ahora sólo aullaban las sirenas de las ambulancias. Callamos y nos hicimos a un lado para dejar espacio a los cadáveres, a los ríos de sangre que ya huelen a tinta negra para los pulgares que votaron por su “democracia” y su “libre partidismo”. Pero eso, ellos, los del Sol amarillo manchado de rojo, los del Pan de los ricos, los de la revolución institucional que nos tapaba los ojos, voltearon nuestras miradas a los televisores, y nos hicieron un circo de vicios y escándalo, de consumo y humo. Pero este humo, negrísimo, como el cañón de un revólver apuntando a nuestras sienes, nos abre los ojos, y vemos que no había Sol, que no había Pan y que los agujeros seguían ahí, donde siempre, como los habían visto siempre nuestros abuelos, tragando migajas, rezando el credo, siguiendo “la bola”: ni justicia, ni tierra, ni libertad.

Habíamos aprendido a agachar la cabeza, a portarnos bien, a no decir nada. Ahora cuando podemos hacer uso de nuestra servil costumbre para no ser alcanzados por las balas, no debería extrañarnos que nos arrojen al ejército en las espaldas. Nos silenciaron los intereses académicos, las pugnas personales, nuestras alegrías pequeñas (siempre maravillosas), nos silenciaron los monitores.

Vemos los televisores en silencio, frente a la pantalla de esta computadora escribo esta elegía en silencio. ¿Por qué me sorprende entonces haber callado? ¿Por qué me indigna el enmudecimiento del horror? Dejamos entrar al enemigo en nuestras casas. No es un gobierno corrupto y ambicioso contra unos bandidos desesperados y mal entrenados. Es una sociedad muda que ha olvidado que corresponde a ELLA. ¡A ella y no a los gobiernos, a ella y no a la policía! Ser consciente de la violencia en la que es sumergida a diario. Violencia multidireccional, de izquierda, de derecha, de centro, de arriba en los cielos, de abajo en los barrios.

¿Y qué te dicen cuando comulgas en la iglesia cercana construida con dinero de aquellos que usan las armas? “Reza”, “Ten fe”, “Recupera los valores cristianos”. Rezos dirigidos a un ejército de santería. Fe que es la misma con la que se dan a diario los “tiros de gracia”. Valores mortíferos, palabras vacías en las que caben hasta las balas.

Vivimos el gobierno totalitario de la violencia, y no saldremos de ella con vida a menos que nos alcemos, no en armas ¡LA VIOLENCIA NO NOS SACARÁ DE SÍ MISMA! A menos que dejemos de callar, de voltear la vista, de superar para estar bien, a menos que dejemos el escepticismo, la crítica baldía.

Todos hemos callado y nuestro silencio ha dejado paso a los disparos y los discursos hipócritas. Es hora de empezar a alzar la voz, aunque no seamos nosotros, como individuos, a prueba de balas.

martes, 4 de enero de 2011

Sobre Penélope y las llamas


Me he tomado el atrevimiento de hacer mías estas líneas que fueron redactadas por el Poeta del Caos, un colega sin precedentes, el fuego que me ha hecho quemar las naves.

Penélope y las llamas de "2509km"

No me importa el papel que representes
Siempre serás mis letras
Mujer infalible
Persígueme y juguemos el juego de las sombras :

Tengo yo dos ojos mujer para mirarte
Más profundos sin embargo son mis recuerdos
Tengo boca mujer para decirte
Todos los muertos con los que cargo.

Entre noches oscuras nacieron tus cabellos
Fuegos que parieron a las albas
¡Qué destino de poeta más certero !
Encontrar la cuna de los mares.

Vienen a morar en tu vientre todas las criaturas
Las ha convocado el centro de tu ombligo
Vanidosa perfección que no hace ruido
Mientras lucha mi vientre con el vientre tuyo.

Siento callar las campanas
De la muerte prematura del retoño
Escucho cantar las oscuras aves
Vienen del árbol insensato de las risas.

Ya conozco mujer esos mares asabaches
Me ahogaron sus sirenas mudas
Extasiadas en el vuelo de la espina.

Ya conozco también los elementos
Risa
Cuerpo
Ritmo
Beso

No quiero enfrentarme a tus hogueras primitivas
Lanzan chispas a la espalda trémula del miedo
Presiento mujer
Tus despedidas
Enviaras bestias grises
Se tragaran todos los relojes
Detendrán todos los vuelos
Violarán la luz
Esparcirán un sabor de alquitrán en los espacios
Ya presiento mujer
Tus despedidas.


En: http://ikarusflight.blogspot.com/

lunes, 3 de enero de 2011

De vientres y prodigios.


Lo sé preciosa, lo sé de sobra. Tu afición por la suave cadencia del óleo, de tus ojos sorprendidos y tu cabello, de tu arrogancia suspendida y la multiplicidad de tus labios. Lo sé, porque basta con imaginarte, para tocarte la espalda baja y colocar bálsamo a las prodigiosas plantas de tus pies, el color de tu lente para capturar la esencia vagabunda de la poesía... Virtuosa mujer que emergió de mi ausencia.
Obligada me veo a turbar la necesidad que tienes de saber que eres imprescindible en la trama escrita y re editada. Misma ninfa, bacante que en otra tierra sublimó a los dioses. Percibo a mi amado en tus líneas, y en algunos días de tu semana. Hablemos el mismo idioma, preciosa, que aún no se ha inventado otro, ni hay "otras" palabras, para nombrar a las cosas, cosas: Llanas, simples, alejadas de la turbulenta demagogia, de los discursos que justifican tu estancia y no por ello la lírica las habita menos.
De ti no me habla la imagen que evoco por las noches y me produce sobresalto, me habla tu siniestro lunar, y las veces que tu nombre se ha cruzado con caminatas interferidas, deshoras y llanto.

No busques más preciosa, quedarte en la curiosidad y el eco de lo evidente, no seas más instante, desliza los codos y las pestañas donde puedan amanecer, donde el desvelo y no el café sea la meta.
Aceptemos, preciosa, que el incendio ha iniciado, que tu saliva, sólo engrandece ésta inundación, que los vientres nuestros, antes de pensarlos, ya habían sido consagrados al germen o la erosión.
No juegues más a creer que puedes confundir la ruta del viento o la palabra, preciosa, deja de jugar a la comuna, y de pintarte los labios, de esperar y no soltar la esfera y el instante.
Preciosa, lava tu sexo en los nenúfares hasta que se disipe el sabor de la contradicción.
Regresa a casa, segura de que la tormenta plaga calles y las oquedades del poeta.