lunes, 9 de mayo de 2011

Volvieron las letras...


Volvieron las letras, como quien vuelve sin disimulo y discreción, sin una disculpa en la boca teñida de tinta, como mis niñas pícaras sin rostro, volvieron con arrogancia y acidez.

Golpeando el piso y azotando las ventanas, sin temor al destierro.

Abriste la puerta de un espacio que ya es tuyo, que es auténticamente tuyo, porque sin ti se omite, sin ti se vuelve una línea recta –o casi recta-.

Volvieron las letras como preludio de los tactos y el arrojo, como matiz y choque de masas que forman tornados y tempestades, porque en los homólogos no encontramos espacio

para el arte que crean nuestros contrastes.

Volvieron las letras, arrastrándote inherentemente a las oquedades de mi inconsciente, minándome entera, oliendo a clandestino me dejaron las manos y los labios, que te besaron con la misma furia de quien vive sabiéndose condenado a la muerte inexorable.

Mi amor, volvieron las letras y tu nombre traen pegado a la sonrisa.

Foto: @MichelJimenez