miércoles, 26 de mayo de 2010

Ahí vamos...



Muchas gracias a tod@s los seguidores del movimiento pornosilábico; para mucha gente este espacio ha resulta obsceno, blasfemo, y un atentado directo a las "buenas conciencias", mismas opiniones a las que responderé: ¡que ni yo podría haberlo dicho mejor!... Considero con honestidad, que lo que ha este mundo le falta, es un poco de menos prejuicios, y un poco más necesidad de acción. Sigo sin saber si lo que hago es bueno, pero yo lo disfruto muchísimo, si el placer se puede hacer extensivo... ¡Maravilloso!.


También les comento que estoy trabajando ya en el primer tomo de mi nuevo proyecto de cuentos largos, mismo que espero esté listo para julio, de este año... Para bien de los lectores arriesgados, y de una servidora.


*Gracias a todos los amantes de Regina, por ser incentivos de este proyecto, y además por sostenerlo económicamente de alguna forma.
*Gracias a Omar Sánchez, monero de vocación, y un gran amigo, por darle a esta historia más imágenes, y ser el ilustrador de los pasajes de las pornosilábicas.
*Gracias a Raúl, porque más que uno de los amantes de Regina, ha sido un hombre con el que he podido hablar.
Pero sobre todo... Gracias a ti, por soñar este sueño... que ya es irrefutablemente nuestro.

Carolina Chávez del Arte.

Y mi columna en el periódico: http://lacolumnadecarolina.blogspot.com/
vía twitter:
http://twitter.com/CaroldelArte

lunes, 24 de mayo de 2010

Entre la pornosilábica y Mariana


Me llamó como a eso de las 11:30 pm. Yo estaba en la cama con Briendarela, y le dije que tenía que salir corriendo, porque mi tía Tamara estaba gravísima, y que lo más seguro era que me quedaría a dormir en el hospital, por ende que no llegaría a dormir hasta el otro día.
Reencontré a Mariana por accidente, fuimos compañeras en la primaria, y después de eso; le perdí la pista, ella siempre fue una chica muy coquetona, ya sabés de esas que se maquillan los labios de rojo carmesí, siempre me pareció una niña con muy buenos modales, de esas educaditas que cuidan hasta el más mínimo detalle de su tarea. La verdad es que nunca me pregunté que habría sido de ella, ni nada similar; hasta que una vez de casualidad nos topamos de frente (cuando hacíamos deporte en el parque), el encuentro fue muy repentino, y es que Marianita había cambiado mucho, pero sin lugar a dudas, su respiración suave y esos ojazos no se habían movido de lugar, en cambio traía un par de nalgas hermosas, (sin lugar a dudas producto de ejercicio desmedido), -hasta ese momento iba la pornosilábica cuando le hice pausa, y fui a la cocina por un vaso con agua-, si, sí… continúo con lo que estaba, ¿Mariana? ¿Pornosilábica?, qué gusto encontrarte, dime que te haz hecho, blah, blah, blah… Cuando nos despedimos le di mi tarjeta, y como en tono de complicidad le cerré el ojo, diciéndole –Mariana, si te sientes sola no dudes en marcarme-, realmente yo creí que jamás lo haría, pasó como un mes de eso, y de nuevo olvidé su existencia, hasta que ayer me pidió que la acompañara esa noche, que tenía frío y esas cosas especiales que las mujeres dicen, -por por pornosilábica ¡piedad! ya terminarás que no tarda en llegar Briendarela y ya sabés que no me cae nada bien-, sí, si ya voy, comenzó a gemir despacio cuando me sintió alrededor de su cintura, me perdí en su vulva de neo geisha, pude sentir como se derretía de placer, ¡Ahh mujer!, ¿Pero cómo es eso?, ¡Dale pornosilábica, ya casi me vengo!, ¡Tus dedos, tus dedos de romero y fantasía!, ¡Carajo!, -si, si le dije a la pornosilábica, ya entendí eso, vamos a la segunda parte-, ashh, ¡qué aburrida que sos!, bueno el desenlace fue un orgasmo avasallador, unas piernas mojadas como resultado, un clítoris estremecido… ¡Oh!, solo de recordarla desnuda sobre esa cama…
En silencio me levanté del sofá, la pornosilábica tenía unas ganas locas de masturbarse (lo supe sin que me lo dijera), preferí dejarla en la soledad de su casa, prometiendo regresar cuando la fiebre de esa aventura se la pasara un poco, y el molesto de su marido no estuviera en casa.

sábado, 22 de mayo de 2010

Viene después esa angustia, ese doble latido, el sopor, el calor en la garganta, viene la muerte y se desgaja en la puerta, el deleite previo de nuestros labios, en el zaguán de desviste de nuevo tu ausencia me duele el pecho y la vida, descubrió después del fallido acto que no queda más que remendar, que estamos cortados con la misma tijera, y que la historia está condenada al mismo trágico final, que aunque se intentara parchar, resultaría obsoleto.
Te esperaba desde siempre, y no me quito ni un minuto la interrogante de cómo es que pudiste andar desde que tu madre te parió, con esos ojos húmedos, con los mismos labios, con esos nudillos, y esas ganas remojadas, como es que te fuiste sin más remedio.

A un marino


Los minutos coagulan los espacios y te espero callada...
Tu perfume a distancia entra por la puerta, sin darme espacio a la réplica.
Escucho tus pasos distanciados entre sí, y tengo miedo de verte, y de perderme en la mentira de tus pupilas.
Tengo miedo de mirarte y sentir que el tiempo no me ha pasado por las oquedades.
Te fuiste hace tanto, pero me dejaste un gran espacio para poder escribir en la ausencia, y le pido al viento y la brisa que me borre un poco estos dolores de la esperanza que desfallece.

Vejez


La horas se cuelgan del ramaje insolente de mis ansias
que te esperan de horas a deshoras en tránsito,
me cantan que el tiempo pasa por mis manos
y me obsequia poco… a poco,
su beso fatal,
ese beso que se me escurre de los labios,
y me cuenta las mentiras que les cuenta a todas.

Oda a la Nada


A nada me sabe tu poesía, no me sabe ni a sombra o destello, no me sabe a cal o a lodo, tu verso sencillamente no me sabe a nada, en el no hay bienvenida o exilio, ni convergencia, ni diáspora, tu palabra está seca, tu diestra siniestra, tu acento reseco, hueco de andar -como tepetate-.
Tu tilde está oxidada, y tu poesía ya no me sabe a nada.
Tu prosa está descolorida, podrida, y pese a ello, tiene sabor a nada.
Lírica ajena, lírica que te pertenece, y pese a que me lavo la boca con ella, hago gárgaras y me la trago, no me sabe a nada.
Ni tu poesía ni tú, no me saben a nada… A nada.

La cuestión.


No mintamos más sobre esta sequía que desde hace ya mucho nos viene mordiendo las palabras.
Doblemos el rostro, (sin necesidad de sentir que otorgamos), inclinemos convergentemente las almohadas para aclarar este juicio que a los dos nos atañe por igual.
No permitamos a esta noche que nos hable con esa voz sugerente, no le permitamos al teléfono tibio –como panza de gato- que perturbe esta armonía que nos causamos de lejos.
Si te digo que no me dueles, hazme favor de ignorar lo que digo, ya sabemos que me gusta engañarte, y yo juego a la que dice amores, y tú que lo crees, (será una acción recíproca).
Sostén por bien de los dos, el estandarte de supremacía que nadie desea descender, esta noche solo se trata… “de no mentir”.

jueves, 20 de mayo de 2010

Me dices.


Se anuncia un tsunami, entre veredas que van y vienen y ninguna lleva a ningún lado, me hablas del dinero, me hablas del mañana, y del ayer, (más del mañana) y tus ojos no me miran, se me esconden para no contarme lo que vendrá de hoy en adelante, y si soy sincera me da miedo el tiempo que se ha de instalar en el horizonte que me espera, y el que busco desde que amanece, y busco… busco y no llego, me hablas de condiciones que no comprendo, la verdad es que me siento como si fuera una niña con problemas que no sé resolver, y no quiero ayuda de tu parte.
Mañana será tiempo de volar, y de partir, y de largarme y venir de vez en cuando, -usemos la inteligencia-, -no vivamos de quimeras- lo siento papá, vida distinta a la libertad y la fantasía, no me haz enseñado.


jueves, 13 de mayo de 2010


“Los perros de esta casa, saben oler la humedad, huelen la carne y la tierra mojada”.

Cae la noche con la misma furia que antes y que después, se acuesta sobre las cabezas desnudas de ostentosos sombreros de plumas de quetzal, se acuesta con un misterio delirante en las bancas solitarias de los andadores, y pringue brillos dorados a la siniestra de los amantes, vuelve las pieles de los gatos en los andenes, melancólicas, con aires suburbanos, con aires dulces, y la tristeza es más que eso: Una mescolanza de terrenos maniáticos, la pureza de las amistades es la condena de los que no tenemos fe en nada, pero ello se vuelve participe en el momento que deseamos desde el amanecer.
El preludio es el ocaso en que se disuelven los matices más agrios, pero también la divinidad rosada de algún ser con supremacía irrefutable, pero la noche se me acuesta al ras de los pezones silvestres, y no tengo más remedio que dejarla beber de mis leches, y yo… beber de sus malezas melancólicas y taciturnas, como ayer, como antier… como desde aquel día.

Con ganas...


Me quede con ganas de repujar tu silueta en mis sabanas, de acomodar los muslos en tu cuello de cisne, de hacer una trepanación profunda e irremediable en tu falo, me quedé con ganas de escurrirme bajo la mesa en que nos acompañamos a tomar el té, con ganas estos días me muevo, con ganas de tragarte, tragarte sin respirar, sin darte espacio para réplicas, me quedé con ganas de clavarte los colmillos en el plexo universal…
Y así despacio, y sin respirar a instantes, desearte desde que amanece mi carne húmeda, hasta donde rueda por las estepas tu sombra que nace de campo, y se recrea a media urbe.
Me quedé con ganas de amarte la mitad de lo que tenía planeado, pero te he deseado tanto...

miércoles, 12 de mayo de 2010

Julia de la Rúa y su Primitivismo Femenino


Como debe ser, y no podía faltar... esta noche la poetisa que acompaña este blog, es Julia de la Rúa, una mujer que merece compartir con nosotras, el título de loca, soñadora, loba esteparia, mujer araña, fusión... Una mujer que no se detiene ante la adversidad, que lucha por lo femenino, porque sabe que como dijo de Beauvoir, "se nace hembra, se hace mujer".
Julia, corazón... Gracias por compartir este sueño, por esta locura que nos hace comulgar en el mismo cáliz.
Te adoro mi Julia.

(Valencia España- México, 2010).

Nosotros... Arte sin Artificio. Dedicado a Carol Pop Art.

Somos utopía, el país de la belleza y la plenitud, de la búsqueda del absoluto, del erotismo superlativo de vivir, de gozar y no soñar… si no esclarecer el sueño, habitarle o construirle, el país de la VERDAD, no de las verdades a medias
Así somos algunos personajes abolidos del teatro del mundo. No encajamos fácilmente en ningún guión social creado y dirigido por el poder de la mente maquinadora de corrupción, de mandamientos que oscurecen la belleza.
El arte, la cultura, la música, la filosofía la raza humana, la raza animal, la naturaleza hoy día son artilugios para el facto poder, de generar dinero para construir criptas absolutamente inservibles para la recreación, la contemplación, el recogimiento, el hedonismo, el goce, el amor; criptas que ya han escapado de la definición de pecados capitales que se han quedado en verdaderos valores comparados con la magnitud del adjetivo que deberíamos dar a esas criptas.
En arte ya no es valorado como el trabajo del ARTE-SANO, ya no se aprecia esa mágica noche en la que te sometes cual marioneta a la locura creativa, al don divino de SER, de expresar, de fallecer ante el descubrimiento que a través de las manos, del pensamiento o la acción corpórea o mística nos llega. Ya es una alineación sin fin que conduce directa al capricho del mercantilismo que utiliza la mediocridad del poderoso dinero en cerrado en cárceles negras que sirven para blanquearlo ya sea la obra que sea, sólo se contempla quien o qué paga más por esa obra que seguirá un camino de records y dobleces mercantilistas.
Nuestro arte es la víscera, el amor, el dolor, la gran melancolía que nos produce el dolor del mundo, la baba que nos cae chorreante de la boca contemplando la noche, el éxtasis al que nos encamina la melodía sonada por las cigarras o los grillos o el rum rum del mar... las caricias sin fronteras, los besos sin etiquetas... la tormenta de emociones cuando arañamos, ese cuerpo humano donde ser su piel, sus arterias…Nuestro arte es sin duda la inocencia, la pureza de los niños que llevamos de la mano atados por siempre a la esencia de lo primitivo y noble..Así somos y así seremos mas allá de lo que seamos capaces de demostrar al teatro del mundo…el teatro ficticio… el teatro evanescente de humos que salen de las calderas de lo anodino.
Nuestro Arte sin artificio es muy caro ya que no se paga con dinero si no con sentimientos, generosidad e inteligencia... por eso no hay compradores ni observadores y palabras para alabarnos o criticarnos. Nuestro arte solo es UTOPíA, la nuestra, la amada, el andado país que habitamos y que ofrecemos sin ser escuchados
Dancemos querida Carol al son de nuestras músicas, como lo hizo Simone de Beauvoir basta leer su: La plenitud de la vida…o nuestra amada y libertaria Frida Kahlo... aquella que construyó con su libertad el amor a la vida a pesar del dolor. Seamos libre-pensadoras alentando al mundo a observar los espacios del Arte sin artificio aunque nos quedemos en un pequeñito reducto, será sin duda un lugar donde el hedonismo y el amor sean sus dueños.


jueves, 6 de mayo de 2010

Calentura

Nuevamente el poeta invitado es Gabriel Briendarela, presentando:

Calentura

Si me lo preguntas con termómetro
sabrás que estoy más arriba de los
cuarenta y dos Celsius. Así,
con su voz burbujeante, el mercurio
nos dirá que te amo por caliente
y te amo con calentura.

http://pornosilabico.blogspot.com/

martes, 4 de mayo de 2010




Me dieron ganas de escribir de nuevo, y se lo achaco al viento y a esta lluvia que recrea el color profundo de las tejas, donde los gatos se pasean de noche, haciendo el escenario sublime, de las mensajeras de la carne y el infortunio.

Me rebasa.


Encuentro algo en ti que me rebasa,
que me come,
me mata
y revive en el mismo instante,
todo… en el mismo instante,
donde las siluetas se vuelven formas,
y las metáforas encuentran
predilección por los oscuros paisajes
–manifiestos libertarios-,
siempre juzgados por la historia,
siempre empapados de perfumes melancólicos
de mitades remendadas,
y aguaceros de medias noches;
sí… me rebasa,
el sonido apocalíptico de tus pasos,
la reencarnación del surrealismo en tus ojos,
(de los que mis lectores saben ahora, más que yo misma),
tu boca de fauve, tus dedos de escarcha,
tu ombligo –la cuna del cosmos incestuoso-,
y todo se une, se comparte, se redime a si mismo,
se colapsa en el que ya crea caos,
me come y no lo entiendo…
Es tu sexo entonces,
arena movediza,
tinta inasible,
sustancia,
hoja,
y un extraño susurro que cuestiona
el uso pleno de mis facultades mentales,
y en este trajín
de mañana y veremos,
ando taciturna
por la casa de los espejos,
los laberintos,
por la senda de tus aporías.

No hay...


Ánimo Yabel, de peores muertos nos hemos liberado, de masacres más grandes la humanidad se ha sobrepuesto...

Ya no hay lutos que guardar, ni encomiendas que seguir…
Ya no hay tratados, ni espasmos, ni risa, ni llanto, ni muerto a quien conmemorar y hacer los honores, por primera vez desde la creación cósmica de Norma Jean, no hay pétalos bucólicos, ni barcas, tampoco embarcaderos… hay un silencio insurgente, una soledad tardía, una boca sellada, una resignación inexorable, involuntaria y estable, desde hoy no hay paisajes que descubrir, se acabó el amor, se inundó el desierto.
Hoy me curo de ti, con lo único que en este palacio de mierda, existe a raudales y revienta las paredes… whisky, whisky, y más whisky.
Llega el olvido, y la infinidad del amor jurado, se vuelve la suerte de las Magdalenas sifilíticas.

sábado, 1 de mayo de 2010

Después


Se me quedó impregnado el olor de tu sexo en las entrañas, (antes socavadas por los previos conquistadores de la cúspide del mundo etéreo), y es que hacerlo sin condón es riesgoso, pero la idea de la renuncia a tu anuencia, me sonó desalmada y temporalmente absurda… después vino la catarsis; los acentos rotos, las voces menudas, la marihuana embullando, los ojos lánguidos, después vino el sopor…
Bajé las manos, caminé con las yemas por tus piernas húmedas-cálidas, me encaminé por los confines minados de tus labios voraces, por tus labios de arrabalera de los infiernos benditos.
Se me quedó impregnado el olor de tu sexo en las entrañas, y después de eso… me dieron ganas de fabricar réquiems, de bendecir a los jirones de los que fui despojada a media noche, de no llorar de espanto, y de volver diásporas mis medios orientes, de hacer evocaciones frenéticas con el vapor del té ofrecido durante el acto.
Después vinieron las palabras tartamudas, el temblor inferior, la luna de abrelatas, después las medias rasgadas, después tu boca en mis labios… sí, después vino la despedida.