viernes, 4 de junio de 2010

¿Qué quieres que te diga ché?

¿Qué quieres que te diga ché?, que mi casa no está llena, (porque está vacía), y siempre que llego me recibe con los brazos mismos de la soledad inagotable, inalienable e insobornable.
Que los cajones están sin nada, y en la mayoría de los casos; rotos, ché: mi casa hace mucho que no tiene olor a hogar, a leña, a ese fuego que tiene la de mi abuela… No importa la hora a la que llegue, o lo mucho que me esfuerce por engañar al silencio, pues ya también sabes como soy yo, imagino que cuando estoy fuera, dentro existe feria, dentro existe barullo, ¿Cuántos sinónimos hay de vacío?, hueco no es uno de ellos, de ello
estoy segura. Hace noches que me veo soñando, que algún día la sorprenderé en la picardía, y el mitin, que la sorprenderé con comida caliente en la mesa, y quizá el gato en el teléfono, pero nunca la he pillado, siempre está sola y a oscuras, sospecho que igual que yo le han hecho mal de ojo, y por ello anda con jaqueca, ¿Qué quieres que te diga ché?, mi casa… siempre ha estado sola, y cuando yo parto de viaje, ella hace fiesta.

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