domingo, 24 de octubre de 2010


Nuestro tributo
al
artificio lujurioso
que te vertimos
en los poros.

1 comentario:

  1. Hay cobre en mis labios. Ahora besando a una estatua de una altura que olvide. Recordé un poema... Seré tu sacerdote y el día de tu boda te daré también la unción de los enfermos, te daré mi pene como ostia de comunión. Ay, tu maridito que se tome el vino de consagrar. Tú, virgen, yo, impuntual.

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